La palabra cristianismo aparece por primera vez en el año 107 aproximadamente, en la famosa carta “a la iglesia en Magnesia” 10,3. En sí misma, la palabra hace referencia a los discípulos de Cristo.
Lo fundamental de esta religión fundada por Cristo es el mensaje de unión entre todos los seres humanos, de igualdad y de dignidad como personas, puesto que todos somos “hijos de Dios”.
A pesar de que existen numerosas tendencias dentro del cristianismo, podemos destacar algunos rasgos comunes que comparten:
1. La creencia en Dios uno y a la vez Trino (Santísima Trinidad). La denominada Santísima Trinidad es de donde brota el Cristianismo en su conjunto, la fuente a partir de la cual emana la verdadera y específica filosofía del cristianismo, y que lo diferencia del resto de religiones monoteístas. El concepto de Santísima Trinidad no es precisamente fácil de entender, pues no hay mas que leer un fragmento de la Biblia que narra una afirmación de Jesucristo:
Nadie conoce al Hijo sino el Padre, nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mateo 11,27; Lucas, 10,22).
Es posible que tras esta laberíntica afirmación de Cristo simplemente se quiera transmitir la necesidad de la revelación, y ésta solo se consigue con Amor (al prójimo y a Dios).
2. La creencia en Jesucristo, el fundador. Su existencia es una realidad bastante documentada, fundamentalmente en los Evangelios, aunque también en escritores greco-romanos como Plinio el Joven, Tácito, Luciano o escritores judíos como Flavio Josefo.
3. La consideración del rito más importante: El bautismo. Por medio del bautismo el bautizado se hace partícipe del Cuerpo místico de Cristo, es decir, se crea un vínculo entre ambos. Esto es muy similar a lo que posteriormente se denominó sacramentos
Lo fundamental de esta religión fundada por Cristo es el mensaje de unión entre todos los seres humanos, de igualdad y de dignidad como personas, puesto que todos somos “hijos de Dios”.
A pesar de que existen numerosas tendencias dentro del cristianismo, podemos destacar algunos rasgos comunes que comparten:
1. La creencia en Dios uno y a la vez Trino (Santísima Trinidad). La denominada Santísima Trinidad es de donde brota el Cristianismo en su conjunto, la fuente a partir de la cual emana la verdadera y específica filosofía del cristianismo, y que lo diferencia del resto de religiones monoteístas. El concepto de Santísima Trinidad no es precisamente fácil de entender, pues no hay mas que leer un fragmento de la Biblia que narra una afirmación de Jesucristo:
Nadie conoce al Hijo sino el Padre, nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mateo 11,27; Lucas, 10,22).
Es posible que tras esta laberíntica afirmación de Cristo simplemente se quiera transmitir la necesidad de la revelación, y ésta solo se consigue con Amor (al prójimo y a Dios).
2. La creencia en Jesucristo, el fundador. Su existencia es una realidad bastante documentada, fundamentalmente en los Evangelios, aunque también en escritores greco-romanos como Plinio el Joven, Tácito, Luciano o escritores judíos como Flavio Josefo.
3. La consideración del rito más importante: El bautismo. Por medio del bautismo el bautizado se hace partícipe del Cuerpo místico de Cristo, es decir, se crea un vínculo entre ambos. Esto es muy similar a lo que posteriormente se denominó sacramentos
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